GINEBRA – Los 194 Estados miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) adoptaron por consenso este martes 20 el primer Acuerdo sobre Pandemias a escala mundial, negociado durante tres años por los gobiernos y que incluye el acceso equitativo y oportuno a vacunas, tratamientos y medios de diagnóstico.
Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, dijo tras la adopción del acuerdo que “se trata de un triunfo para la salud pública, la ciencia y la acción multilateral. El mundo es hoy más seguro gracias al liderazgo, la colaboración y el compromiso de nuestros Estados miembros”.
La 78.ª Asamblea Mundial de la Salud, que se desarrolla en esta ciudad suiza, responde con el Acuerdo a los efectos devastadores de la covid-19 -que enfermó a 700 millones de personas y cobró más de siete millones de vidas- con el objetivo de “lograr que el mundo sea más seguro y equitativo frente a futuras pandemias”.
Teodoro Herbosa, director del Departamento de Salud de Filipinas y presidente de la 78.ª Asamblea, afirmó que “así como la covid-19 fue una emergencia que solo ocurre una vez en la vida, el Acuerdo nos brinda una oportunidad única para aprovechar las enseñanzas extraídas de esa crisis”.
“Ahora que el Acuerdo es una realidad, debemos actuar todos con la misma premura para aplicar sus elementos fundamentales, entre ellos los sistemas que garanticen un acceso equitativo a los productos de salud relacionados con las pandemias que pueden salvar vidas”, dijo Herbosa.
El Acuerdo pone en marcha un proceso de redacción y negociación de un anexo al que establezca un sistema de acceso a patógenos y distribución de beneficios, a través de un grupo de trabajo intergubernamental. El resultado de este proceso se examinará en la Asamblea Mundial de la Salud del próximo año.
Después de que la Asamblea adopte ese anexo, el Acuerdo quedará abierto a la firma y al examen para su ratificación por los órganos legislativos nacionales, entre otros. Una vez que se obtengan 60 ratificaciones, entrará en vigor.
Se encomienda al grupo de trabajo que inicie una red mundial de cadena de suministro y de logística, a fin de “eliminar los obstáculos al acceso equitativo, oportuno, rápido y asequible a los productos de salud relacionados con las pandemias de los países que los necesiten durante las emergencias de salud pública”.
Los fabricantes de medicamentos que participen en el sistema tendrán el cometido fundamental, en lo relacionado con las pandemias, de facilitar a la OMS “un acceso rápido a 20 % de su producción en tiempo real de vacunas, tratamientos y pruebas diagnósticas contra el patógeno causante de la emergencia pandémica.
La distribución de esos productos a los países se llevará a cabo en función de los riesgos y necesidades para la salud pública, prestando especial atención a las necesidades de los países en desarrollo, según el Acuerdo.
Por primera vez en un tratado internacional se pide a los Estados que pongan condiciones al dinero público invertido en investigación, como garantizar precios asequibles, compartir tecnología y facilitar licencias.
Con respecto a la soberanía nacional, el texto establece que nada de lo dispuesto en el Acuerdo se interpretará en el sentido de que los órganos ejecutivos de la OMS puedan autoridad alguna para dirigir, ordenar, alterar o prescribir de otro modo la legislación nacional o interna o las políticas de alguno de los Estados parte.
Tampoco tendrá autoridad la dirección de la OMS para “ordenar o imponer cualquier obligación de que las Partes adopten medidas específicas, tales como rechazar o aceptar viajeros, imponer mandatos sobre vacunación o medidas terapéuticas o diagnósticas, o implementar confinamientos”.
Pese a sus limitaciones, el Acuerdo puede registrarse como un éxito del multilateralismo frente a las tendencias aislacionistas encabezadas por Estados Unidos, cuyo nuevo gobierno anunció la decisión de retirarse de la OMS.
“El acuerdo es una victoria para la salud pública, la ciencia y la acción multilateral. También es un reconocimiento por parte de la comunidad internacional de que nuestros ciudadanos, sociedades y economías no deben quedar expuestos a sufrir de nuevo pérdidas como las ocurridas durante la covid-19”, resumió Tedros.
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